Los parques de Milán
Los parques de Milán 2
Saber más
es
  • In
    Out
  • Habitaciónes
  • Adultos
  • Niños
  • Reservar
  • Modificación/Cancelación de Reserva
Reservar
Menu
Cierra

Los parques de Milán

Milán cuenta con más de 80 jardines públicos, grandes y pequeños, muchos de los cuales están llenos de historia... hemos escogido para vosotros los que tienen alguna característica especial...

El Parque Sempione, uno de los preferidos de los milaneses, se extiende desde el castillo Sforzesco hasta el Arco della Pace. Con sus pistas de running de estilo británico, céspedes y puentes románticos es el lugar ideal donde relajarse y gozar del sol. El parque tiene ocho entradas, pero sus principales accesos son el castillo y el museo Della Triennale.

Los jardines públicos de Indro Montanelli (Puerta Venezia) eran uno de los lugares preferidos por el famoso periodista italiano Idro Montanelli, a quién fue dedicado el parque en el año 2002. Los jardines alojan el museo de Storia Naturale y el Planetario y también algunas particulares especies botánicas, una zona de juegos de recreo para los niños y un oasis para las mariposas.

Los jardines de la Villa Belgiojoso Bonaparte (los milaneses suelen llamarlos jardines de la 'Villa Reale'). Aquí se aplica la curiosa regla por la cual los adultos pueden acceder únicamente si están acompañados por los niños. El jardín cuenta con una extensión de agua y un pequeño templo dedicado al amor, el parque es uno de los típicos del siglo XIX. Hoy la villa neoclásica aloja al GAM de Milán (Galería de Arte Moderno).

Digno de mención por su combinación entre naturaleza y arquitectura es el Parque Giovanni Paolo II, una vez conocido como el "Parco delle Basiliche", porque, situado entre las dos basílicas antiguas de Sant'Eustorgio y la de San Lorenzo, está caracterizado por la coexistencia de ruinas romanas y una zona infantil bien equipada. El parque es un punto de encuentro para los jóvenes, también por la cercanía al cuartel de Porta Ticinese.

En todos los parques de Milán se pueden encontrar pequeñas fuentes que ofrecen a los viandantes agua, en Milán las llaman las "vedovelle" (las viudas) porque nunca paran de llorar!