La basilica de Sant'Ambrogio es una de las iglesias más antiguas de Milán y representa no sólo un monumento de la época paleocristiana y medieval, sino también un momento fundamental de la historia de Milán y de la iglesia 'ambrosiana'.
Edificada entre el 379 y el 386 por la voluntad del obispo de Milán Ambrogio, en una zona en la cual habían sido enterrados los cristianos martirizados por las persecuciones romanas; la Basílica asumió el aspecto definitivo entre el 1088 y el 1099, cuando fue completamente reconstruida según los esquemas de la arquitectura románica. En la cripta se conservan los restos mortales del obispo fundador y patrón de la ciudad. Entrada libre.